Una gran comedia Franco-Belga... o Belga-Francesa... Cuando veáis la película lo entenderéis.
Podría llegar a ser una película parecida a las de Alfredo Landa que tanto triunfaron en este país en los años 70. Pero no.
Es una gran comedia con un tono totalmente amigable y blanco, que puede parecer al principio que es todo lo contrario.
La partida es en la frontera Franco-Belga, cuando está a punto de llegar la Europa sin fronteras y la vida de los policías de un lado y otro, y esa zona que quedará posiblemente desierta ya que no habrá control alguno.
Agentes Franceses, agentes Belgas, Hosteleros, Joyeros, Traficantes y Pasteleros que viven de esa aduana, se entremezclan en esta comedia de sal gorda, blanca, pero gorda.
Dos protagonistas con una química envidiable y momentos totalmente hilarantes los que conducen a la película desde chistes racistas, persecuciones, momentos amoroso y surrealistas .
La mejor comedia que he visto este 2011.
Nota: Le doy un 8
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